Voy a iniciar la segunda entrada de recursos y herramientas creativas, esta vez para hablar de genealogías (o árboles genealógicos, como prefiráis).
Genealogías
Obviamente, este recurso es menos general que las cronologías y es más útil para quienes plantean mundos en los que los linajes o las familias son importantes. Tanto J. R. R. Tolkien como George R. R. Martin han usado mucho esta herramienta. El primero principalmente para las genealogías de los elfos y los hobbits, aunque no son las únicas; y el segundo para todos los linajes de las casas nobles y las líneas monárquicas de los Siete Reinos (y más allá). En mi mundo, al tener también casas nobles y linajes de sangre, es un recurso que necesito. Pero, ¿por qué?
La primera razón es para ordenar las familias. Saber bien quién tiene qué lazos familiares, cómo están relacionados los personajes, quiénes son sus antepasados… es información que puede ser muy caótica si no la ordenamos, y una genealogía es la herramienta perfecta para ello.
También es muy útil para un worldbuilder que busque generar un trasfondo complejo. Una genealogía permite añadir infinidad de detalles a un árbol familiar, y al avanzar en la historia del mundo, tener imágenes fijas de quiénes eran quién en cada momento. Por ejemplo, una genealogía nos permite saber que Arwen y Aragorn son, en realidad, algo así como primos muy lejanos, ya que el padre de ella, Elrond, es hermano del antepasado lejano de él, Elros. Explicarlo así es fácil, pero cuando como lector tratas de profundizar un poco más te puedes volver loco si no tienes una genealogía que te ayude.
Y como escritor, lo mismo. Puede ser una fuente inagotable de historias: ¿quiero inventar una historia sobre una boda que termina mal? (Otra vez ejemplos de bodas XD) Pues podemos buscar jóvenes nobles solteros en busca de pareja, y ver si sus familias están enfrentadas por alguna razón. ¿O quizá el padre de uno mató al de la otra en un torneo?
El único problema es que requiere tiempo y mucha carga imaginativa, ya que al final supone inventar un montón de datos que mayoritariamente no se utilizarán más que como referencia. Eso sí, el nivel de complejidad podemos definirlo al gusto. Yo los datos que uso son: nombres y apellidos, fecha de nacimiento y fecha de muerte; pero se puede añadir, por ej., la fecha del matrimonio en un enlace.
¿Y a vosotros? ¿Os parecen útiles las genealogías? ¿Las usáis?
Un saludo.
J. R. Kenja
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